sábado, 24 de octubre de 2009

Dice Rafael, en Diario Perfil de Hoy

(...) El humor verdaderamente sutil es una experiencia intelectual única: hace reír porque dice lo que nuestro cerebro no logra asumir como posible, creando en él un cortocircuito de contradicciones. Mauricio Kartun lo cita prístinamente: “Un masoquista es una persona a la que le gusta bañarse con agua fría; entonces se baña con agua caliente”. Esto es un koan. Parece concluir que todos somos masoquistas porque nos bañamos con agua caliente. En algún lugar vago está la trampa; el cerebro, que se engancha en un loop y no puede seguir el razonamiento, actúa por reflejo, estirando la comisura de los labios.

Sí, Quino: todo el humor del bueno suele ser un poco desestabilizante. Pero a veces ocurre algo peor que eso: se forma un bloque de sentido común dentro de esa desestabilización, y ya no hay nada que haga reír, porque el cerebro ya aprendió a burlarse con clichés de los personajes parodiados. Casi todo el humor de hoy (que es anti K) es muy parecido en su melaza de lugares comunes, y resulta bastante poco gracioso. Es más bien la confirmación de una tesis previa; una constatación antes que un buen koan. El koan produce asombro, y un salto hacia el futuro.(...)

http://www.perfil.com/contenidos/2009/10/23/noticia_0048.html

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